La expectativa mayor en torno a TEMPORAL viene de la mano con el reconocimiento de la comunidad de aquellos frutos del proceso formativo del programa y, más profundamente, con el gesto y reflexión crítica que los y las estudiantes tienen con sus propios procesos. TEMPORAL (o la distancia del agua) es interpretado por Catalina Camaño, Flor Correa, Bárbara Martínez, Laura Pincheira, Nerea Polimerys, Alejandro Riquelme, Antonia Roa, Valentina Romo y Natalia Ulloa. El trabajo colectivo, el gesto etnográfico, la mirada situada de una escena en artes escénicas, también de sus propias prácticas, fueron elementos presentes en este montaje guiado por el bailarín y coreógrafo nacional Pablo Zamorano.
Modos de hacer en TEMPORAL (o en la distancia del agua)
Esta obra se configura como el resultado de un proceso formativo y de investigación en torno al lenguaje de la danza, considerando al cuerpo y su biografía como una unidad espacio-temporal que construye conocimiento a través del movimiento. Zamorano, explica que este trabajo de investigación plantea la linea de separación entre lo individual y lo colectivo. “De cómo el cuerpo es material inagotable de prácticas sociales, de formas de habitar mundos internos y diálogos con otros. La invitación es a sensibilizarse y encontrarnos desde nuestras diferencias, desde esas maneras en que construimos comunidad y qué entendemos por sentido común o construcción de identidad propia. Reconozco, en ese sentido, que son chicos con una actitud corporal muy dispuesta a hacerse preguntas, a entregarse al proceso creativo. Es una generación bien potente y quisiéramos que no perdieran nunca eso”.
El trabajo coreográfico se proyectó y pensó, no sólo desde las implicancias de carácter técnico y dispositivo escénico, sino que se realizó, también, un trabajo etnográfico donde las miradas y experiencias de los/las bailarines/as fueron sistematizadas en ejercicios de cartografía visual y que fueron compartidos con los espectadores que llenaron la sala de Artistas del Acero. Cada uno de esos procesos fueron el hilo afectivo que terminó por darle consistencia a la obra. Eso define a un montaje que tiene un proyecto, que entienden los procesos por sobre un producto y que se sustenta en una co construcción situada y atenta a las prácticas de cada bailarín y bailarina.
Lorena Zurita, coordinadora pedagógica de EMFOCO, comenta que la obra está ejecutadas precisamente, desde lo individual a lo colectivo y que, desde ahí, se construyen y reconstruyen distintos ambientes a través del material escenográfico. “Como coordinadora, pero también como espectadora, yo logro percibir la confianza, la complicidad y los lazos entre los estudiantes. Luego de estos tres años de trabajo, mirarlos a través de una ventana y verlos en sus historias, en sus relaciones y a través de sus cuerpos cada vez más dóciles y orgánicos, es algo muy bello”.
Flor Correa, una de las intérpretes de TEMPORAL reconoce la relevancia del trabajo realizado y las redes que se establecieron a partir de él. ”Este ha sido un proceso super bonito que nos ha permitido unirnos como grupo y crear juntos. Este taller coreográfico, a cargo del bailarín Pablo Zamorano, nos ha permitido hacer una investigación muy personal, de manera minuciosa, sensible y práctica, en torno a cómo se configuran las relaciones en la sociedad. Temporal es una reflexión que, plasmada en el escenario, sirve de estímulo para que la gente vea y comprenda al ser humano como un colectivo”.